SER DE DIOS ES MÁS IMPORTANTE QUE HACER COSAS PARA DIOS.
Es bueno, importante y necesario hacer cosas para Dios. Pero realmente muchísimo más importante es ser y vivir para Dios.
Llegará el momento en que lo que hagamos por Dios y para Dios cesará, cuando ya no estemos en esta tierra. Mas, la relación personal que llevemos con el Señor aquí en esta vida será determinante sobre cuál será nuestro estatus eterno: con Dios o lejos de Dios.
El mismo Señor Jesús nos enseñó algo impactante al respecto:
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