LOS TEMPERAMENTOS, AL SERVICIO DE DIOS:
(TEMPERAMENTOS DE ALGUNOS CANTANTES Y PREDICADORES CONOCIDOS)
Se puede conocer mucho de las personas, analizando su actuar, su comportamiento. No en vano dijo el Señor Jesús que nos conoceríamos mutuamente por nuestros frutos (Mateo 7:20); es decir, por lo que hacemos.
No pretendo con este artículo catalogar psicológicamente a nadie; no tengo la autoridad ni los conocimientos profesionales para hacerlo. Solo tomaré algunas figuras que son del conocimiento público, dentro del ámbito cristiano evangélico, únicamente a manera de ejemplos ilustrativos (y eso, con mucho respeto). Todo, con el único fin de explicar, a través de ejemplos prácticos, estos conceptos de los diversos temperamentos (sanguíneo, colérico, melancólico y flemático), que hemos venido viendo en artículos anteriores.
No he tenido la oportunidad de tratar personalmente a los ministros que mencionaré más adelante; así que reconozco que bien podría equivocarme en mis juicios. Sin embargo, en base a su música, sus composiciones, su estilo de ministración y/o de predicación, el enfoque o línea de su ministerio y según la manera en que se expresan en público, podría intuir ciertas carcterísticas temperamentales de algunos siervos del Señor muy conocidos.
Es que el temperamento de una persona (y sobre todo, aquel temperamento principal o predominante en cada uno; es decir, el que está presente en mayor porcentaje) se refleja, de una u otra forma, en todas las cosas que hace y en todas las fascetas de su vida.
También he llegado a observar que tal como es la persona (en su carácter o temperamento), así también su ministerio o servicio a Dios estará enfocado hacia áreas específicas (dentro del plano espiritual y el plano natural) que son cónsonas con su manera de ser.
Es que el Señor es un Dios sabio, que hace todas las cosas con un orden y un propósito perfecto y bien definido. Por eso, nos ha diseñado tal como somos, sin más ni menos, y nos ha hecho nacer en un tiempo y una época determinados, así como dentro de un entorno físico específico. Todo, siguiendo Su divino plan, que él ya ha trazado para nosotros.
Dios nos dotó de un carácter vencedor. |
También debemos poner de nuestra parte para "pulir" las imperfecciones de nuestro carácter, "someter" las flaquezas y los aspectos negativos, intrínsecos a nuestro temperamento en particular y a la vez, reforzar y sacarle partido a todas las fortalezas de nuestro carácter. Dios ya nos dotó de un carácter vencedor para lograrlo.
En esencia, el mensaje que quiero dejar aquí plasmado es que el Señor quiere y puede usarnos tal y como somos; con nuestra personalidad, carácter o temperamento propio y muy particular.
El enunciado más adecuado no sería tanto que "Dios quiere usarnos a pesar de nuestro temperamento"; más bien, pienso que "Dios quiere usarnos precisamente, a través de nuestro temperamento".
No es que nuestro temperamento sea un impedimento para que Dios haga grandes cosas en y con nosotros. Todo lo contrario; nuestro temperamento se ajusta perfectamente a aquellas cosas que Dios quiere que logremos, siendo que él ya lo diseñó de antemano para nosotros. Por eso, precisamente, es que nos hizo ser como somos.
1. TEMPERAMENTO DE ALGUNOS CANTANTES CRISTIANOS:
Para ilustrar mejor el tema de cómo podemos poner nuestro temperamento (sea cual sea) al servicio de Dios, voy tomar, solo como simples ejemplos, a ciertos cantantes cristianos que son muy conocidos actualmente a nivel internacional.
En ellos podemos ver la diversa gama de temperamentos (sanguíneo, colérico, melancólico, flemático) y las sub-combinaciones que surgen a partir de la mezcla de estos cuatro temperamentos básicos, en distintas proporciones. Notaremos que es precisamente con la manera de ser peculiar de cada uno de ellos que Dios ha trabajado en sus vidas, llegando a convertirlos en lo que ahora conocemos.
Veamos algunos ejemplos.
Marcos Witt |
Muestra también una facilidad innata para motivar a los demás, entretener y divertir, así como para expresarse y conversar, siendo muy sociable y extrovertido (todas ellas, claras características de un sanguíneo). Con tal de hacer llegar su mensaje, podemos ver que en sus sermones echa mano de muchos recursos, sin inhibiciones; desde predicar con sombrero, arete y parche de pirata, hasta acomodar una mesa en pleno escenario, sentándose a degustar un cafecito y unos entremeses mientras expone jovialmente su sermón, a manera de conversación con el público.
Ahora bien, podemos observar en él también características de un melancólico; tales como la efusividad y sensibilidad que muestra para con las personas y, en especial, en su manera de ministrar y de adorar a Dios. En sus conciertos se postra de rodillas y llora ante el Señor; no se reprime en exteriorizar su pasión y amor por Dios, además de su deleite ante la presencia del Señor, ofreciéndole adoración, con toda sencillez. Como buen melancólico, resulta también muy expresivo y cordial con la gente.
Su música y letra transmite un amplio abanico de ministración, desde la efusiva alabanza a Dios, la sublime adoración en la quietud, el gozo que contagia, hasta la introspección profunda del individuo que lo conduzca a un encuentro personal con su Dios.
Danilo Montero |
Por su parte, Danilo Montero (canta-autor y predicador costarricense), podría tener una mezcla bastante pareja de sanguíneo y melancólico; es decir, en proporciones más o menos similares. Pose cierta chispa o carisma natural que le hace ser simpático ante la gente. Es también algo extrovertido, pero no al punto extremo de una persona predominantemente sanguínea, que casi no muestra inhibiciones. Su parte melancólica le hace ser algo más reservado o moderado en su manera de expresarse en público.
En el escenario, como sanguíneo que es en parte, es muy activo y transmite mucha energía, así como gran alegría y gozo en su ministración. La parte melancólica de su temperamento se manifiesta claramente en su manera de adorar a Dios y de regocijarse en su cercanía con el Señor; además de inspirar al público a sumergirse de lleno en adoración a Dios y de expresarle a él sus sentimientos, sin reservas.
Marcos Vidal |
Como es típico de esos temperamentos, son personas pasivas y no extrovertidas. No son amantes de las luces ni las cámaras, ni tampoco de figurar. Aún así, su trabajo y ministerio conllevan, de manera intrínseca, el convertirse en figuras públicas y tratar también con las multitudes. Pero es más bien la parte melancólica de su temperamento la que los ayuda a desenvolverse en este medio; pues aunque el temperamento melancólico no es extrovertido por naturaleza, sí le es fácil relacionarse con las personas y socializar hasta cierto punto, debido a su "don de gente".
Jesús Adrián Romero |
Como melancólicos, podemos ver que no temen "desnudar" su alma ante el Señor para expresarle, a través de la letra de sus canciones, su profundo amor, admiración y apego por él. Aunque su manera de ministrar en sus presentaciones musicales es bastante pasiva y no tan expresiva (debido a su lado flemático), no por ello es carente de sensibilidad. Su parte melancólica hace que sus interpretaciones están cargadas de gran emotividad, la cual tienen la facilidad de expresar y transmitir, no a través de grandes espectáculos o de un despliegue de emocionalismo, sino sutilmente, en medio de la sencillez, la humildad y la quietud.
Como buenos flemáticos, se muestran muy ecuánimes en el escenario y, aunque no sean los más grandes conversadores, tienen la facultad de saber expresarse verbalmente (típico de los flemáticos) cuando les es necesario hacerlo. Saben captar la atención de las personas y compartir sus experiencias personales, de modo que invitan a la reflexión y a la introspección, a través del ejemplo propio de una relación bien cimentada en Dios. Como melancólicos, saben "abrirse" ante su público para compartir sus experiencias personales, mostrándose simplemente tal como son; lo que les hace granjearse el cariño y aceptación de las personas.
Daniel Calveti |
A través de la parte melancólica de su temperamento, podemos entrever que es un eterno enamorado de Dios, a quien le expresa con deleite y sin reservas su adoración. Aunque no es una persona evidentemente extrovertida, se muestra jovial y muy tratable con la gente, como típico melancólico. Tiene así la facilidad de conectarse con su público, a través de la sencillez, lo que le da cierto "aire" o carisma natural que resulta agradable.
Marco Barrientos |
La ministración musical de Marco Barrientos es proactiva y aguerrida, llevando intrínseca una esencia de guerra espiritual y de una alabanza a Dios llena de fortaleza, que tiene el poder de transformar el entorno espiritual y natural.
Ahora bien, también muestra en su temperamento una buena parte de melancólico. Esa es la que le da el toque de sensibilidad que "suaviza" aquella firmeza y rigidez, típica de los coléricos. Tal como en su ministración musical sabe transmitir y contagiar esa fuerza característica, cuando es necesario también sabe imprimirle a sus interpretaciones mucha pasión y entrega al Señor, aflorando su emotividad y sensibilidad con toda naturalidad y sencillez, en medio de una genuina adoración a Dios, en donde el predominio lo tiene la presencia renovadora y transformadora del Señor.
Nancy Amancio |
Otra ministra de la música, predicadora y pastora, con un temperamento predominantemente colérico es Nancy Amancio (de República Dominicana). Podemos ver, a través de su predicación y su música, su gran pasión que se desborda en todo lo que hace. Su ministerio es reconocido por su mensaje de guerra espiritual, combatiendo a lo que se levante en contra de Dios y del creyente. Cuando se desenvuelve en un escenario es como un "torbellino", desbordante de energía. A la vez, su ministración está muy bien fundamentada en Dios y lleva en sí gran firmeza y entereza, apercibiendo a los cristianos a tomar conciencia de su identidad como hijos de Dios que son.
Es también, como buena colérica, una persona extrovertida, que no teme exteriorizar lo que piensa; aún y cuando tenga que ir en contra de la corriente común. Pero también tiene algo de melancólica en su temperamento, lo cual logra establecer el balance necesario en su personalidad y "suavizar" toda aquella "explosividad" de su ministración. Es precisamente su lado melancólico el que le imprime ese grado de sencillez y sensibilidad que le permite conectarse con su público, de una manera genuina y natural. También, es ese toque de sensibilidad el que hace aflorar en sus interpretaciones sus sentimientos y su emotividad.
Rabito |
En sus presentaciones, no se muestra tan extrovertido (tal como los sanguíneos), sino más bien como una persona bien centrada y con gran calidez humana (lo propio de un flemático), así como segura de sí misma; que sabe expresarse y tratar con su público. Ese lado flemático de su temperamento es el que hace el balance, versus la emotiva parte melancólica, resultando un carácter bien fundamentado, estable y firme, pero a la vez, apacible y sencillo.
En conclusión a esta parte, podemos ver que todos estos ministros de la música que hemos mencionado aquí han llegado a ser muy usados por Dios; y sus ministerios han trascendido más allá de sus fronteras locales, a nivel internacional. Y cada quien tiene su propio temperamento particular, muy distintos el uno del otro; siendo precisamente ese temperamento de cada uno la pieza clave que el Señor mismo ha utilizado para desarrollar en ellos ministerios fructíferos.
De manera similar, Dios quiere también que nos pongamos en sus manos para que él forje en nosotros el carácter necesario para desempeñar la labor precisa que ha designado para nosotros, en su obra.
2. TEMPERAMENTO DE ALGUNOS PREDICADORES CRISTIANOS:
De manera similar, podríamos tomar como ejemplos ilustrativos de los diversos temperamentos, a algunos predicadores muy conocidos en el ámbito internacional.
Por ejemplo, puedo inferir que el Pastor Cash Luna (guatemalteco) pareciese mostrar un temperamento melancólico-sanguíneo (o quizás, viceversa).
Mientras, el Pastor Guillermo Maldonado (hondureño) pudiese ser de temperamento predominantemente colérico; al igual que la predicadora Joyce Meyer (estadounidense).
Por otro lado, la conocida popularmente como "la pastora que canta", la predicadora Wanda Rolón (puertorriqueña) pareciese tener una "explosiva" mezcla colérico-sanguínea, suavizada con la sensibilidad del temperamento melancólico.
El Pastor Hugo Solís (costarricense) pareciese ser un típico sanguíneo. Y el temperamento sanguíneo predominante salta a la vista, muy notoriamente, en el Pastor Dante Gebel (argentino).
En cuanto al Pastor Jorge H. López (guatemalteco), éste muestra un temperamento bastante equilibrado; probablemente, su temperamento principal sea flemático. Aunque además parece estar balanceado con un poco de otros temperamentos.
El pastor, conferencista y doctor en teología, Armando Alducin (mexicano), presenta ciertos rasgos típicos de un temperamento flemático predominante, con cierta medida de colérico.
El pastor, conferencista y doctor en teología, Armando Alducin (mexicano), presenta ciertos rasgos típicos de un temperamento flemático predominante, con cierta medida de colérico.
Reitero que he mencionado a todas estas personas, solo como simples ejemplos ilustrativos, con la intención específica de mostrarle al lector los conceptos de temperamento, a través de ministros conocidos en el medio cristiano internacional (suponiendo que, al menos, usted habrá oído de algunos de ellos).
Como dije al principio de este artículo, bien podría equivocarme en mis percepciones, acerca de los temperamentos de estos hombres y mujeres que he mencionado aquí. No soy psicólogia, ni psiquiatra; y tampoco he tratado personalmente a ninguno de ellos, como para poder decir que conozco bien cómo son.
Para mi análisis (que no tiene nada de científico) me he basado solamente en lo que puedo apreciar a simple vista: el estilo de ministración musical, el estilo y línea de predicación y la manera de comportase en público (ya sea, desde un altar o en entrevistas en medios televisivos). Es que el temperamento se refleja y se deja entrever en todo lo que hacemos; tanto en lo grande como en lo pequeño.
No pretendo, en manera alguna, catalogar ni "encasillar" a ninguna de estas personas mencionadas; algunas de los cuales admiro y respeto en gran manera y que han sido de bendición a mi vida, así como a muchos otros.
¿Que si alguno de ellos es perfecto? Claro que no. ¿Cometerán acaso muchos errores? Seguro que sí (tal como usted y yo lo hacemos).
Más bien, los señalo como ejemplos de cómo las debilidades inherentes a cada temperamento pueden ser moldeadas por Dios; a la vez que se puede sacar provecho de las cualidades propias a cada uno; permitiendo que nuestro carácter y personalidad sean trabajados por Dios y puestos a su servicio, alcanzando así grandes cosas.
Algunos psicólogos han analizado la vida de nuestro Señor Jesucristo (basándose, principalmente, en lo que está plasmado a lo largo de los cuatro Evangelios). A través de sus diferentes acciones, palabras, pensamientos y emociones que aparecen registrados en ellos, han llegado a pensar que en él se veían manifestadas características de los cuatros temperamentos en perfecto balance, siendo predominantes las cualidades y fortalezas de cada temperamento, en lugar de sus debilidades y flaquezas.
Lo importante es entregarnos en las manos del Señor y permitirle que él nos use en la forma que quiera; tal y como somos.
Recordemos que, sin importar cuál sea nuestro temperamento, siempre podremos permitir que el Señor moldee nuestro carácter día a día; para que al final, lo que sobresalga en nosotros sean más las cualidades, fortalezas y virtudes, en lugar de nuestros defectos y debilidades.
¡Podemos llegar a alcanzar grandes cosas con Dios!
"En Dios haremos proezas..."Salmo 60:12
gracias xk no se puede explicar nada sin la biblia , ya k hay esta yoda respuesta necesaria...
ResponderEliminarHola, Anónimo.
ResponderEliminarTienes toda la razón. En la Biblia están todas las verdades que necesitamos.
Gracias por tu comentario.